¿Puede el propietario de la red Wi-Fi ver las páginas web que visitas?
Si conectas tu dispositivo a la red Wi-Fi de otra persona, esta puede ver tu actividad de navegación y tu historial de búsqueda en esa red consultando los registros del router Wi-Fi.
Los routers Wi-Fi más modernos recopilan y registran información importante que se transmite a través de ellos, datos a los que se les conoce como ‘registros’. Estos suelen incluir la dirección IP de tu dispositivo, la dirección MAC, las páginas web que visitas y las marcas temporales de dichas visitas.
Es más, el administrador de la red tiene acceso directo a esta información desde el panel de administración del router.
No obstante, no todos los routers almacenan la misma cantidad de información. Algunas funciones de registro pueden estar activadas o desactivadas dependiendo del ISP contratado, del tipo del router que se esté usando y de cómo esté configurado.
De hecho, las redes Wi-Fi que integran medidas de seguridad más robustas suelen almacenar más información sobre las actividades que se llevan a cabo en su red.
Por ejemplo, algunos programas especializados en detectar usos abusivos de la red como WireShark y OpenDNS capturan e interpretan un espectro más amplio de datos, lo que suele incluir tus descargas, las aplicaciones que utilizas e incluso el contenido de los mensajes de texto.
Mientras que algunos routers son capaces de realizar una inspección profunda de paquetes (DPI), otros solo registrarán tus búsquedas DNS y otras solicitudes de tráfico web.
Redes Wi-Fi domésticas vs. redes Wi-Fi corporativas
Cada modelo de router Wi-Fi guarda unos registros diferentes, lo que significa que el tipo de información a la que tiene acceso el propietario de la red dependerá de la red Wi-Fi que se esté usando.
Los routers domésticos, como los que ofrecen AT&T o Verizon, suelen almacenar un número limitado de registros en el propio router Wi-Fi. Por lo general, estos incluyen información sobre los sitios web que visitas (solicitudes DNS), las aplicaciones que usas, las marcas temporales y los dispositivos que utilizas.
Si te conectas a la red Wi-Fi doméstica de otra persona, esta podrá ver todos estos datos sobre tu actividad online. El tiempo durante el cual se almacenan estos registros puede variar, pero suele ser de varias semanas como mínimo.
En un entorno Wi-Fi corporativo, los registros son generalmente más completos y detallados, y se suelen agrupar y almacenar en un servidor dedicado a ello.
En cambio, cada red Wi-Fi pública establece sus propias prácticas de registros y almacenamiento de datos. Sin embargo, estas son las que suponen una mayor amenaza para tu privacidad online. Esto se debe a que muchos puntos Wi-Fi se ofrecen de forma gratuita porque se lucran con la recopilación y venta de tus datos de navegación a anunciantes.
La triste conclusión que se desprende de todo esto es clara: conectarte a una red Wi-Fi ajena supone un riesgo para tu privacidad. En casa, tu ISP podrá ver todo lo que haces online, pero su capacidad estará limitada por las leyes y regulaciones locales en materia de retención de datos.
En una red externa, como puede ser la de un vecino, un pequeño negocio o la del trabajo, no sabrás qué información se está monitoreando ni cómo se está usando.