A continuación incluimos una lista completa de los parámetros que analizamos a la hora de evaluar las mejores VPN para Linux. También detallamos qué peso tiene cada parámetro en el cálculo de la nota global:
1. Aplicación para Linux: 35 %
Requisito mínimo: que tenga una aplicación con GUI completa para Linux.
Nuestra recomendación: que tenga un programa intuitivo y fácil de usar, cuanto más similar a la versión para Windows mejor.
La mayoría de VPN no son compatibles con Linux, y de las pocas que lo son, son todavía menos las que cuentan con una buena una aplicación para Linux.
Estas VPN se limitan a ofrecer una configuración de CLI (interfaz de línea de comandos) básica, intuitiva y lenta.
Todas las VPN incluidas en esta lista tiene una aplicación para Linux con GUI completa. Esto significa que tiene una apariencia y funcionamiento similares a los de un cliente de VPN para Windows o macOS.
Este es el criterio principal que utilizamos para calificar las VPN para Linux. Deben ser fáciles de instalar (con el mínimo de trabajo en CLI necesario) y fáciles de usar.
Cuanto más se parezca la aplicación VPN de Windows o macOS, tanto en términos de usabilidad como de funciones, mejor es la puntuación. Todas las VPN de esta página tratan a los usuarios de Linux con el debido respeto y les ofrecen aplicaciones específicas de alta calidad.
2. Compatibilidad con distribuciones de Linux: 20 %
Requisito mínimo: que ofrezca un instalador Debian de 64 bits.
Nuestra recomendación: que tenga instaladores para el máximo número de distribuciones posible, como Ubuntu, Fedora y Arch, en versiones de 32 y 64 bits.
Si bien es posible que la amplia mayoría del mercado de Linux use Debian o Ubuntu, hay millones de usuarios que tienen otros sistemas operativos Linux.
Es importante que los proveedores de VPN atiendan a todas las distribuciones más populares, no solo a las variantes de Debian, sino también a las de Fedora/RedHat y Arch/Manjaro.
Tenemos en cuenta también la arquitectura de la aplicación. Es probable que tu PC tenga la versión de 64 bits de Linux, pero si eres un usuario de 32 bits, también nos aseguramos de que haya una VPN compatible con tu compilación.
3. Seguridad y características técnicas: 15 %
Requisito mínimo: cifrado OpenVPN y AES-128.
Nuestra recomendación: una selección de protocolos (incluido WireGuard), además del cifrado AES-256.
Sea cual sea tu sistema operativo, disponer de una VPN segura y correctamente cifrada siempre es importante.
Linux es compatible con todos los protocolos de VPN populares, por lo que la VPN ideal para Linux te ofrecerá una opción dentro de la aplicación.
Lo mínimo que buscamos es OpenVPN, el protocolo más popular del mercado y el que creemos que consigue un equilibrio perfecto entre velocidad y seguridad. WireGuard y IKEv2 son también populares en Linux, y ambas son excelentes opciones.
Todas las VPN incluidas en esta página ofrecen también cifrado por AES-128, AES-256 o una opción entre ambos. Es prácticamente indescifrable, por lo que protege todo tu tráfico de VPN.
4. Características avanzadas: 15 %
Requisito mínimo: Kill Switch de VPN para evitar filtraciones de IP.
Nuestra recomendación: extras adicionales como túnel dividido, configuración de DNS personalizada, bloqueador de rastreadores y otros.
En esta área es donde asegurarse de disponer de una aplicación de VPN adecuada para Linux puede marcar la diferencia.
Las mejores VPN para Linux tienen un buen conjunto de funciones adicionales, igual que sus equivalentes para sistemas operativos de escritorio más populares.
Un Kill Switch de VPN es lo mínimo que cabe esperar. Sin él, tu conexión a Internet y tu dirección IP podrían quedar expuestos si se cortara la conexión VPN en algún momento.
También buscamos funciones más avanzadas. Algunas VPN ofrecen extras de privacidad como el bloqueo de anuncios y de rastreadores integrado. Otras pueden tener redireccionamiento de puertos para conseguir más velocidad en el torrenting.
5. Política de registro y privacidad: 10 %
Requisito mínimo: que conserve los mínimos registros.
Recomendamos: que no se registre información personal de ningún tipo y que los otros datos se eliminen de inmediato; que sea de una empresa en una jurisdicción respetuosa con la privacidad.
Sin una VPN, tu ISP puede ver todos los sitios web que visitas y todos los archivos que te descargas, pero con una mala VPN lo único que harás es proporcionar esta información a otra empresa.
Lo mínimo que esperamos de cualquier VPN es que no conserve registros que puedan vincular tu actividad de navegación con tu persona; en caso de que se produzca una brecha en el servidor, la información almacenada será totalmente anónima.
Las mejores VPN no almacenan ningún tipo de datos, pero no es algo habitual. Un gran número de ellas solo conservan metadatos agregados – estadísticas generales de uso del servidor que son una combinación anonimizada de un gran número de servidores.
La jurisdicción también es importante. Idealmente, la VPN elegida tendrá su sede en un país respetuoso con la privacidad. Esto es, que no forme parte de las alianzas de los Cinco, Nueve o Catorce Ojos, o de la UE.
6. Velocidad: 5 %
Requisito mínimo: conexiones locales con velocidades altas y estables.
Nuestra recomendación: que la reducción de velocidad en las descargas locales sea imperceptible y las velocidades al conectarse a ubicaciones internacionales sean altas.
Una VPN siempre tendrá un impacto en tu velocidad en Internet, pero en las mejores este impacto será el mínimo posible.
Las velocidades de subida son importantes para compartir archivos, y el ping es importante para jugar, pero nosotros centramos la atención en las velocidades de descarga.
Cuando te conectas a un servidor de tu mismo país (o a una ciudad extranjera cercana), la reducción de velocidad debería ser prácticamente imperceptible al navegar por Internet.
Las VPN de alta calidad te ofrecerán altas velocidades en las conexiones a larga distancia. Esto podría permitirte desbloquear sitios web o servicios para regiones concretas como si estuvieras en el país donde operan.